CRÓNICAS


Un nuevo mundo

Por: Claudia Cecilia Motta Santillán
El cielo igual que ayer, la brisa en el aire igual que ayer, el tráfico igual que ayer; los vecinos son los mismos, el vecindario es el mismo, los políticos son los mismos; no hay nada de diferencia a lo de ayer, eso incluye su angustia.

Pensaba que el hecho de acostarse temprano el día anterior lo aliviaría. Despierta, 8:00 a.m marca el reloj, es temprano aún, tanta es la ansiedad que no la ha dejado dormir, se ducha, intenta relajarse, no puede. No está tranquila al saber que hoy es su primer día de clases como universitaria. Se mira al espejo para asegurarse que todo se vea bien, sin olvidarse de su perfume.
Está lista y algo nerviosa. Ve su reloj, es hora, se va hacia el paradero en espera del carro que la llevará hacia su destino.
Pensativa, mira las calles que recorrerá por los siguientes 5 años y se cuestiona a sí misma si la vida universitaria es tan difícil como dicen los adultos: “dejarás de ver a tus amigos de colegio, ya no tendrás tiempo para estar con ellos por los trabajos, harás nuevas amistades y aprenderás a escogerlas”. Quizá sea mentira se termina diciendo.

Estando frente a la entrada de la universidad, mira a su alrededor, ve las caras de los demás, la expresión que tiene en su rostro. “No soy la única”, se dice a sí misma al ver que otros experimentan la misma sensación de angustia que la atormentó toda la noche.

Entra a su salón; observa a los demás, algunos muestran confianza en sus ojos, otros inseguridades, y otros ni siquiera se atreven a cruzar miradas. Al entrar el profesor, rápidamente hecha un vistazo a todos los alumnos, se rie al ver sus rostros tímidos. Empieza su clase, el silencio la invade, solo la voz del profesor es la que se escucha, y todos lo oyen atentamente como si fuera un experto en su materia, un erudito. Las clases siempre comienzan con una introducción al curso, una que otra broma que suelta el profesor hace reír al salón, la confianza es lo que él quiere lograr.

Suena el timbre, el profesor se retira, receso de 10 minutos, todos contentos al saber que su primer profesor es alguien atento y comprensivo.

La siguiente clase da inicio, este profesor completamente opuesto al anterior; de mirada fría, como si tuviera un aura oscura que lo rodea, es de los que no dan chance para una segunda oportunidad. Prestas atención o estás perdido.

El silencio vuelve, nadie se atreve si quiera a preguntar, tienen miedo de que sus preguntan sean absurdas, de que el profesor se acuerde de sus nombres y sean perseguidos hasta fin de ciclo. El glorioso sonido del timbre se escucha, ¡Libertad! piensan algunos. Ruegan porque nunca más vuelva ese profesor, pero la realidad es otra y lo verán dos veces por semana durante 4 meses. La tercera hora es pesada, se siente el cansancio, falta de costumbre, el asiento incomoda, están inquietos. El profesor también está cansado y sabe perfectamente que la última hora es la más pesada y donde es más difícil captar la atención de los alumnos.

CUMPLEAÑOS NO DESEADO

Era una pareja de treintañeros al borde de los cuarenta y se los veía indudablemente casados. Se sentaron frente a nosotros en el pequeño restaurante y cenaron. El hombre, de anteojos, tenía la cara redonda y satisfecha; la mujer llevaba un gran sombrero y era hermosa. No ocurrió entre ellos nada extraordinario, nada digno de recordar, hasta que, al término de la cena, de pronto quedó en claro que... se trataba de una ocasión especial (el cumpleaños de su marido) y que la mujer tenía lista una pequeña sorpresa para él.

La sorpresa llegó bajo la forma de una torta pequeña, pero resplandeciente, con velas rosas que ardían en el centro. El camarero la trajo y la colocó delante del marido mientras un violín y un piano interpretaban "Que los cumplas feliz" y la mujer, con pudoroso orgullo, le sonreía por encima de la pequeña sorpresa y los pocos que estábamos allí, en el restaurante, tratábamos de colaborar con aplausos. Se hizo evidente, entonces, que ella necesitaba más ayuda, porque su esposo no se hallaba a gusto. Más aún, estaba avergonzado e indignado a causa de los besos de su mujer.

Los miraba y veía que estaba ocurriendo y pensaba: "Vamos, no seas así". Sin embargo, el hombre era así y, en cuanto depositaron la torta en la mesa y la pequeña orquesta dejó de tocar y la atención general se apartó de ellos dos, alcancé a ver que él le decía entre dientes algo a ella: algo brusco y descortés. Sin el coraje de mirar a la mujer, clavé los ojos en mi plato de comida y dejé pasar un largo rato. No fue tan largo, parece, porque ella seguía llorando cuando por fin la miré. Lloraba en silencio, con el corazón destrozado, sin esperanzas, bajo el ala de su mejor sombrero.

Por: Maki Villanueva Carrasco
 

¿Vida social?
Por: Claudia Cecilia Motta Santillán  (201)
Me pregunto yo qué se entiende por vida social.
Hoy en día nos encontramos en mitad de una selva: la selva de la vida social. Recuerdo cuando yo veía de pequeña las series americanas de adolescentes en las que lo más destacable era esa obsesión por la popularidad, que yo no veía en la vida real. Pero ahora, bien porque soy mayor y más consciente o porque las cosas han cambiado en mi entorno, veo que ocurre lo mismo que en dichas series.
No sabría definir qué es tener vida social hoy en día: para unos es tener muchos amigos en Facebook que comenten todos sus estados o les den “me gusta”; para otros es tener muchos seguidores en twitter que les hagan RT en todos tus twit (me imagino a mi abuelo intentando comprender esta última frase); o que constantemente le estén llegando mensajes al chat bb o del what´s app; incluso puede que pensemos que tener vida social es tener muchos seguidores en el blog y que te comenten todas tus entradas, pero aquí dejo lugar a duda porque a través de un blog se aportan muchas cosas (conocimientos, intereses, opiniones…) que en sí no buscan hacer amigos.

Lo que tengo claro es que a veces ocurren cosas ridículas.
El otro día salimos unas amigas a cenar. Por suerte el sitio donde estábamos no tenía cobertura y no se produjo esa situación bastante corriente en la que de pronto todos estamos con nuestra blackberry hablando con otras personas. Más tarde nos fuimos a un bar, uno que acabábamos de conocer, me encontraba super a gusto porque había buena música, buena bebida, poca gente y la mayoría conocida.

Sin embargo mis amigas se pasaron toda la noche sentadas escribiendo mensajes por Blackberry. Mi amiga que, digamoslo asi, tiene un interés mayúsculo por tener novio, está en un bar con varios chicos lindos, y en vez de hablar con ellos, se pone a chatear durante toda la noche con un desconocido por el chat del móvil.

De vez en cuando me acercaba para decirles que dejaran el teléfono y hablaran con la gente que yo se los presentaba, pero nada.
Luego alguna me dice que yo hablo con todo el mundo, pero es que también es cuestión de practicar, y aun así hay gente que me impone mucho y me muero de la vergüenza, pero hay que vencer la timidez. Es cuestión de práctica y de aprender a hablar con la gente.

A lo que vamos entonces. ¿Qué es tener vida social? Para mí de nada sirve tener miles de amigos en mis redes sociales, si luego no sé comunicarme cara a cara. Además he tenido oportunidad de comprobar que existe un abismo en la comunicación cuando existe una pantalla y muchos kilómetros de por medio, a cuando se habla cara a cara.

Pero en comparación a la época de nuestros abuelos, no creo que las personas hayamos cambiado, siguen habiendo tímidos igual que antes. Lo que hay ahora es una incoherencia descomunal. El tímido ahora se cree super popular porque tiene amigos virtuales, pero luego no es capaz de quedar con nadie a tomar un café, y lo peor de todo, es que no se esfuerza por superar su timidez, porque no tiene necesidad.

Muchos se sorprenderían si supieran la cantidad de gente joven que no sale los fines de semana porque no tienen a nadie con quién salir. Aunque en facebook tengan 250 amigos.

Crónicas de un plagio perfecto
Por: Claudia Cecilia Motta Santillàn (201)
Hay muchos que se escandalizan ante esta práctica considerándola un acto inmoral. A mí me han salvado en muchas ocasiones. Es cierto que no lo he tenido por costumbre y muchas veces, a pesar de tener un pequeño post – it en el bolsillo, no he sido capaz de sacarlo, por temor a ser vista.

Mis inicios en esta práctica se remontan al tercer año de secundaria, al menos desde ahí tengo recuerdos. En inglés tenía sitio fijo detrás de la más lista de la clase, y moría de miedo si la cambiaban de lugar.


En la Universidad muchos de mis compañeros también compartían este método y en muchos exámenes me he llevado mi pequeño plage, pero cada vez soy más cobarde y tan sólo en dos ocasiones he sido capaz de usarlas.

Nunca me han sorprendido, tan sólo una vez en el colegio el profesor de matemáticas dijo que había cuatro exámenes que tenían las mismas respuestas en un ejercicio, esa vez se copiaron de mí.

Las razones por las cuales siento que no debería plagiar es porque pierdo tiempo escribiendo en hojitas, en vez de estudiarlas, porque aunque tarde, estoy descubriendo el gusto por aprender. Que puede sonar muy raro, pero es que antes solo importaba aprobar, y por último, por orgullo, no quiero que nadie le quite valor a mis logros por haber copiado un par de veces.


Aun así, el que no haya hecho esto nunca, no entenderá lo divertido que resulta siempre recordar esos momentos, en los que el corazón se te dispara cuando el profesor pasa por tu lado, o se te cae el papelito al suelo...


Primera semana de cada mes

Por : Claudia Katherine Herrera Rodriguez


Eran cerca de las cuatro y para variar ya iba muy tarde, seguramente él ya estaba en la esquina de siempre, esperándola o buscándola entre la gente mientras que en otro punto no muy lejano, ella se encontraba esperando a que el chofer del bus en el que iba decidiera que el número de pasajeros era aceptable y que podía seguir su camino.
Había pasado un mes y un poco más aproximadamente pero eso no importaba mucho. Por aquellos días, el tiempo era lo que menos les importaba…hacer nada juntos, eso, era lo relevante, caminar horas de horas haciendo lo que mucha gente ya no hace hoy en día, platicar a pleno y reírse de ellos mismos.
Nadie los hubiera imaginado juntos ni en las más locas alucinaciones y mucho menos ellos se hubieran imaginado así. De hecho cuando se conocieron, ambos lo tomaron como un hecho sin importancia, ambos eran los clásicos amigos de amigos, los que se saludan porque en fin alguna vez fueron presentados y por cortesía había que saludar.
Tanto él como ella se obviaron durante un tiempo y no era para menos después de todo no se conocían realmente y su conversación por aquel entonces no pasaba de un “hola” o en caso extremo se extendía hasta llegar al: “sabes dónde está…?”.
Hay algunos que dicen que el destino hace que las cosas sucedan, otros dicen que es el karma, es decir si haces algo bueno luego se te regresa con algo bueno también, y por otro lado hay quienes dicen que cada uno forma su propio camino…por mi parte pienso que en este caso fue un poco de todo. El destino se encargó de unirlos en un mismo salón, el karma hizo que se sentaran cerca y finalmente ellos decidieron unirse en un mismo grupo aquel día, fue entonces cuando sus conversaciones y la manera de tratarse empezaron a cambiar…
Todas las tardes, ellos iniciaban una caminata, caminata sin destino exacto pero que extrañamente siempre terminaba en la playa, en la orilla con las olas y el viento en sus rostros…algunos dicen que aún siguen saliendo y a veces se los puede ver caminando por la playa, jugando y riendo cual niños.

Salida improvisada

Por: Nandy Roque Monge.
Se suponía que sería un sábado normal, levantarse tarde y estar todo el día en pijamas caminado por toda la casa, pero una llamada cambio todo. Bastaron un ¿Nos vemos más tarde? Para que todo el plan cambie.
Decidí avisar con anticipación en casa y me ordenaron la difícil tarea de ordenar mi cuarto, empecé lo más rápido que pude con esta difícil tarea, recoger las cosas tiradas, limpiar y barrer, sacar la basura recolectada en unas semanas, llevar a la lavandería la ropa sucia que siempre me olvido de lavar, cosas que parecen simples y que no tomarían más de 1 hora en estar  todo terminado.
Trate de asear mi cuarto lo más rápido posible pero sin darme cuenta ya habían pasado 2 horas y parecía que no había hecho nada porque todo continuaba estando desordenado.
Decidí dejarlo como estaba para empezar a arreglarme porque mi enamorado vendría a las cuatro a recogerme y ya quedaba menos de una hora, lo peor de todo es que no sabía que ponerme y para mi mala suerte nada combinaba, me probaba toda la ropa que encontraba en mi armario y al fin encontré algo que combinaba con todo, un jean, blusa blanca, unas botas y un abrigo azul, el color favorito de mi enamorado.
Cuando creía que el tiempo estaba controlado me acorde que aún me faltaba peinarme, rápidamente saque la secadora y la plancha, en eso sonó mi celular y era el preguntándome a qué hora pensaba bajar porque ya llevaba rato esperándome, me apure lo más que pude y salí sin antes darme cuenta que mi cuarto había quedado más desordenado de lo que estaba al principio. Me despedí de mis padres y baje rápidamente.
Al verlo estaba sonriente como siempre y dijo “que bonita estas” caminamos hasta el paradero tomamos el carro y nos dirigimos al Jockey Plaza, ya era de noche y todo estaba iluminado de una manera muy bonita, caminamos por todo el Jockey como es costumbre nuestra riéndonos de cualquier cosa, parecíamos un par de locos que caminaban riéndose de las personas que pasaban, algunos nos miraban raro, otros simplemente sonreían.
Ya era tarde y nos había dado hambre, decidimos regresar a casa para comer algo y luego cada uno irse a descansar, terminando de comer me llevo a casa y nos quedamos conversando un rato más en la puerta, hablábamos de cualquier cosa pero cada cosa que decíamos era más interesante que la otra y sin darnos cuenta había pasado mucho tiempo y ya se hacía tarde y él tenía que regresar a su casa.
Nos miramos y como quienes no quieren irse nos quedamos callados mirándonos un buen rato y esperando poder repetir pronto para seguir conociéndonos y pasar tardes divertidas y con mucho sentimiento de por medio. 


Empezaron los parciales
Felicidad

Salir a caminar de la mano con esa persona que tanto quiero no tiene precio, sin ningún motivo en especial solo caminar, conversar de cualquier cosa, cantar como locos por las calles sin importar nada más.

Salíamos de la universidad, ocultar lo que sucede entre nosotros es cosa de todos los días, muchos lo sospechan pero no tienen nada concreto, es difícil pero así debe ser. Lo acompañe como siempre a su trabajo la ruta es ir al paradero tomar cualquier microbús que nos deje en Benavides y luego caminar hasta cerca de Larcomar.

Ese día encontramos una pastelería y nos antojamos comer algo yo pedí un suspiro el cual desde la exhibidora se veía ya muy rico, el en cambio pidió una tajada de pie de limón que tampoco se veía nada mal, pero en su cara se notaba una felicidad extremadamente grande, creo que no hay otra cosa que lo haga más feliz que comer. Nos sentamos un rato y le dimos la primera probada a nuestros postres, y hubo unos segundos de silencio fue como si se hubiera parado  el tiempo y al final “hummm” estaba muy delicioso. Al terminar decidimos volver otro día, seguimos caminando por Benavides cruzando las calles como locos corriendo, sin importar nada más que vivir ese momento.

Cuando caminamos así la gente siempre nos queda mirando raro como si fuéramos de otro planeta, cuando en realidad no tiene nada de malo ser feliz junto a la persona que tanto se quiere. Antes de dejarlo en su trabajo nos vamos a un parque muy bonito al lado del lujoso hotel Miraflores y nos sentamos a ver el cielo con el sonido de las aves por todos lados, las personas que pasean a sus perros y el viento golpeando nuestros rostros, todo forma parte de una linda tarde, corta pero llena de felicidad.

Nos levantamos y caminamos hasta la puerta de su trabajo mientras en el camino me dice cosas que me hace poner cara de tonta, lo abrazo y seguimos caminando con cara de tontos lo veo tan feliz junto a mí y es que  todo ha pasado tan rápido que aun no logro creer que sea realidad cada salida con él es diferente como si fuera una historia nueva.

Por: Nandy Gabriela Roque Monge

Por: Nandy Gabriela Roque Monge


Era un día normal como cualquier otro, despertarse temprano, bañarse, arreglarse y tomar el carro que me lleve a la universidad, el tráfico de las 7 de la mañana era muy  fastidioso, la gente subía al bus algunos intempestivamente luchando por encontrar un asiento vacío y los demás solo trataban de acomodarse en el pequeño espacio que quedaba, el carro avanzaba muy lento lo cual exasperaba a los pasajeros, yo no tuve una mejor idea que encender mi reproductor musical y dejar que la música me acompañe y a la vez me relaje ya que al llegar a la universidad sabía que tendría que dar el primer examen parcial de este ciclo.

Había estudiado pero como siempre, a veces los nervios traicionan, trataba de recordar todo lo que había leído pero no me acordaba mucho y me preguntaba , ¿seré la única con este problema?, llegue a la universidad y me encontré con unas amigas y les pregunte que sabían del tema y una estresada me dijo estudie toda la noche y no me acuerdo de mucho , me sentí tan bien y trate seguir preguntando a las demás una dijo que no pudo trabajar bien para poder estudiar mejor, en eso sonó el timbre y todos corrieron disparados a los salones y yo y mis amigas subimos y nos sentamos en nuestros respectivos lugares, cada una soltaba miradas nerviosas ante la incógnita de no saber cuáles serían las preguntas que vendrían.

Al momento que entro la profesora resignados a lo que vendría se quedaron callados, la profesora repartió los exámenes a todos, y estos se prestaron a desarrollarlo, parecía que la hora no pasaba hasta que la profesora dijo en 10 minutos entregan las pruebas y todos de manera rápida empezaban a llenar los espacios vacíos de sus exámenes, terminado el examen todos relajados empezaron a contar que tal les fue. Algunos felices y otros ,no tanto.
Esto es lo que suele pasar cada que empiezan los parciales y finales, puedes ver personas estudiando en los pasillos, gente estresada, pero sobretodo veras a tus amigos tratando de conseguir las preguntas de los exámenes que ya fueron tomados en otros salones y tu sonreirás y dirás, “pásame las preguntas a mí también”.



Matusita: Fraude.
Por: Rodrigo Herold Espinosa
A todos nos ha tocado escuchar diversas leyendas Urbanas de la gran Lima. Cualesquiera que sean los sujetos, conocen algo sobre la casa Matusita ¿Te ha dado ganas de indagar en el segundo piso de esta morada? ¡Aprovecha tu medio pasaje y desde donde estés, ven ahora mismo!

Esto es lo que se sabe sobre el lugar. Es un edificio de dos pisos, en el cual, el segundo se encuentra totalmente deshabitado por una serie de leyendas urbanas que hablan acerca de fenómenos paranormales, poltergeists, mimofonías, psicofonías, y algo que llama la atención de sobre manera acerca de esta leyenda: agresiones de parte de espectros que rondan por la noche. Se han escuchado relatos que a la larga han sido desmentidos, como el caso de Humberto Vílchez, de quién se decía que había entrado a la casa , y que se había vuelto loco, el fraude fue desmentido por el mismo. Rondan otros casos aún sin comprobar, como el de un sacerdote que fue a bendecir la casa, pero huyó al presenciar fenómenos paranormales. Todo esto crea en mí,para variar ganas de desmitificar el conjunto de fraudes que rondan a los creyentes.


10:30 AM. Domingo en la tarde, terminábamos de desayunar y nos dirigimos finalmente al cruce de la Avenida España con Garcilaso de la Vega, dónde yacía el viejo edificio. La entrada, lógicamente, estaba prohibida, pero lo que sé, y puedo asegurar ese sentimiento tan desagradable que sentí al estar rodeando la casa, no fue más que el producto de mi imaginación. La sensación de este lugar, a diferencia del pabellón de los suicidas del presbítero Maestro, se sentía bastante diferente, además la hora no ayudaba, era momento de escuchar las leyendas.


Personas cercanas, nos cuentan acerca de historias sobre la casa. La mayoría atribuye el misterio a los fantasmas de la familia Matusita, cuyo jefe de familia, asesinó a todos en un ataque de celos contra su esposa; otros (como es lógico, quieren sorprender a los que se muestran de mente frágil, y narrar exclusivas para perturbar y acrecentar nuestra curiosidad), hablan acerca de una española que al no soportar los maltratos de su marido, se suicidó. También hacen mención a la bruja Parvaneh Dervaspa, quien habitó la casa en 1753; y finalmente, que el mismo dueño, era un tirano, por lo cual los sirvientes decidieron tomar venganza, dándole una sustancia mortal, pero todos fueron víctimas de los efectos de esta sustancia y se descuartizaron mutuamente.


Son varias las historias locales que circulan acerca de los misterios de Matusita, lo que mantiene viva la leyenda, es su poca mención por parte de famosos historiadores, los escasos reportajes, y la desinformación con la que nos deja la actual propietaria del lugar.


Si alguna vez existió alguna maldición, no fue sino la creación colectiva de algunas personas... durante décadas. El origen de este rumor es desconocido, pero se atribuye como una creencia popular que ha ido creciendo desmesuradamente. Los propietarios del lugar, han desmentido las leyendas, pero la nueva incógnita es el por qué callaron tanto para hacerlo, o por qué hasta el día de hoy no brindan información fácilmente. Yo puedo decir que no existe nada en la morada, pero por desgracia, y sin retar a la lógica, mi afirmación no podrá ser válida hasta comprobar que en realidad nada sucede, hasta que los dueños del lugar me permitan la entrada, o hasta que la gente asesine la leyenda. Dicen que se muere cuando se olvida, lo mismo va para la casa Matusita...no, para la ex Ferretería matusita.


Caramelos de Limón; una estrategia de marketing aplicada

Por.: Claudia Cecilia Motta Santillán
“Desde pequeño me dediqué al comercio ambulatorio, siempre me gustaba regalar caramelos a quienes me compraban, mi madre solía decirme que no debía hacer eso, pero yo sabía que era una forma de que mis clientes se sintieran satisfechos y así descubrí que era parte del famoso marketing”

Con una cálida sonrisa, y una carismática atención nos recibe Francisco Curí Chacón, quizá nos suene extraño su nombre, será porque muchos de nosotros lo conocemos como “Panchito”. Este personaje emprendedor lo encontramos cada mañana en la esquina de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología, ubicada en Surquillo. Desde muy pequeño se dedicó al comercio ambulatorio, y es fiel a nuestra facultad, tal es así que estuvo cuando el local se ubicaba en la Av. Brasil.

El obsequio de caramelos de limón hacia sus clientes, es un gesto que le nació de muy pequeño y que él considera una estrategia de marketing que otros no aplican.

Sus hijos; Rafael y Elizabeth Curi Barrientos; a quienes menciona con mucho orgullo apoyan a Panchito en todo momento, y son quienes lo impulsan a seguir adelante al igual que su esposa.

Muchos de los alumnos egresados han compartido un largo periodo académico y a la vez se han convertido en clientes asiduos de Panchito, quien conoce muchas historias de ellos desde que fueron cachimbos hasta el día de hoy ya profesionales.
Podría decirse que se ha convertido en una leyenda urbana, pues aunque suene curioso cuando terminemos la carrera no solo extrañaremos la Universidad, y a nuestros profesores sino también la carismática atención de una persona optimista.
El arte en las calles de Lima
Por: Ayala Nuñez, Jane Estela






Quién iba imaginar que un simple proyecto de fotos me llevaría hacia el encuentro, del que en mi humilde opinión es, un gran artista urbano, Raf, es un joven cuyo talento y pasión por el arte se desbordan por doquier, convirtiendo en lienzo cualquier espacio en blanco que encuentre en su camino.


Era un martes del mes de abril y para este día pude concertar un encuentro con quien sería el centro de mi proyecto. Acordamos un encuentro en la plaza San Martin, yo no estaba sola, me acompañaban Rosa y Fiorella, amigas de la universidad e integrantes del proyecto, decidimos buscar una banca desde la que se pudiera observar toda la plaza puesto que había demasiada gente como para poder distinguir a alguien de quien solo tenía descripciones y algunos recuerdos de fotos en redes sociales.


Estábamos algo nerviosas ya que no sabíamos exactamente cómo actuar frente a él. Paso una hora y no habían rastros de Raf, la idea de que decidió cancelar en encuentro no dejaba de rondar por mi mente, nos habría dejado plantadas?...


Con los ánimos caídos y buscando un nuevo tema decidimos iniciar la retirada y de pronto una voz a los lejos llamaba mi nombre: “Jane!!!” fue cuando volteamos y vimos a un desaliñado y descuidado Raf, no había duda que era él, después de todo quién más iba saber mi nombre en ese momento. Lo saludamos con algo de temor ya que recién lo conocíamos, además su vestimenta no nos ayudaba mucho a darle confianza.






Just a little be dangerous

Por: Claudia Katherine Herrera Rodriguez
Una gran parte de mi aún no terminaba por asimilarlo pero no era motivo relevante como para no dejarme llevar por el momento. Mis pasos eran cada vez más apresurados, la desesperación por encontrar el sitio ideal y empezar de una vez con la confirmación de que aquella noche era real y no una alucinación más, era inevitable.

Acaso sería cierto que después de tanto tiempo, diecisiete años para ser exactos, estaban aquí otra vez?... me resultaba poco creíble, aun teniendo la entrada en mis manos era algo que tenía que ver y sobretodo oír para borrar cualquier rastro de duda…

Ya eran poco más de las siete de la noche en el Estadio Nacional y por aquellas horas el público ya empezaba a buscar rastros de algún sonido en el escenario, por otro lado desde la silla número veintitrés, yo me encontraba algo “colgada’’.

En realidad buscaba algo con qué animarme en lo que daba inicio el concierto. Hans y Erick ya no sabían qué hacer para entretenerme, entretenernos, en realidad, las ganas de drogarnos con aquellas canciones eran tantas que esperar era algo que no concebíamos. Fue entonces que decidimos buscar entre la gente a alguien cuyas ocurrencias fueran suficientes para distraernos almenos por un momento…


No pasaron más de diez minutos cuando mis ojos se cruzaron con la que sería la animadora oficial de tribuna. Una mujer de unos cuarenta y algo de años cuyos movimientos ochentenos, ambientados por la lista previa al show, fueron un éxito durante toda la noche.

“Estoy loco o ya no puedo entender, la gente está tan dura que ya no se puede creer”…GIT abrió la noche cerca de las ocho y cortó el bullicio de los murmuros colectivos para dar inicio a largos y emotivos gritos de satisfacción de una enérgica audiencia que no dejaba de corear una y otra ves “mi amor, mi amor, siempre fuiste mi amor”…

La noche definitivamente había empezado, los argentinos se lucieron y no era para menos, no por nada fueron el emblema del rock argentino y latinoamericano de hace aproximadamente tres décadas.

Aquella noche Alfredo Toth, Pablo Guyot y Willy Iturrifueron los primeros en enfrentarse a una multitud de casi 10 mil almas que solo aclamaban buena música.

GIT revivió corazones ochentenos, incluso yo que no era seguidora de sus canciones me encontré cantando todas y cada una de las que lanzaban por otro lado a mi lado una pareja de verdaderos roqueros no dejaban de bailar con cada nota que nacía de la guitarra del imponente Guyot.

“oh mi amor no todo lo que brilla es oro, oh no no lo único es…”


GIT dejó a la audiencia absorta y satisfecha por un momento y fue entonces que la espera hasta la aparición principal y la incertidumbre de cómo iba ser la siguiente entrada se apoderó de todos pero sobretodo de mi. Había soñado con este momento desde los trece años y ahora que estaba a pocos minutos de que este sueño se convierta en un recuerdo simplemente no podía soportarlo más.


Cerca de las diez de la noche, exactamente a las nueve con cuarenta minutos, el staff empezó con las revisiones de último minuto. Las luces se movieron y al instante un público emocionado e impaciente empezó a descontrolarse al confundir las últimas pruebas con el inicio del lo que sería el recuerdo de la vida.


Eran las diez en punto, las guitarras empezaron a sonar, al fondo y aun algo baja se escuchaba la armoniosa voz de la gran Marie Fredriksson en compañía del talentoso Per Gessle ambos entonaban “Dressed for Success” que fue el puntapié inicial de su show…“I'm gonna get dressed for success shaping me up for the big time, baby…” 

Ella vestía una chaqueta blanca y un pantalón negro con su clásico corte cabello corto como siempre la imaginé y por supuesto acompañada de su eterna pareja Per Gessle, cuya voz aun removia corazones inquietos.
A pesar de que su entrada no fue la esperada, el show que se presenció fue más que deseable sobretodo en el momento en el que tocaron “El condor pasa” fue simplemente espectacular.
Canción tras canción Roxette se lucía y hacía con el público lo que quería después de todo solo en la primera canción ya nos tenía a todos en el bolsillo, la melodiosa voz de Marie fue el anzuelo que ninguno dejó de morder y la guitarra de Per fue la estocada final.
Cada paso, cada palabra y sobretodo cada detalle de aquella noche fueron parte de un todo que hizo que más de uno quedara satisfecho. El duo ochenteno tocó sus mejores canciones, yo no podía creer todo lo que escuchaba y veía, era cierto, pude convertir un sueño en un recuerdo.

Terminó el sueño.
Por: Nandy Roque Monge.
Era un día gris en el cual se presentía que las cosas no estarían bien, un mensaje de cortante al celular le dio pie a mis dudas y preocupaciones, decidí no llamarlo más porque no quería forzar aun más las cosas.
Ya era tarde y no sabía nada de él decidí llamarlo y preguntarle porque desapareció de la nada, todo cortante me dio escusas, cada vez presentía que el fin estaba cerca y no podía hacer nada para que eso cambie, se despidió de mi y dijo que ya no entraría al chat,  triste me conecte un rato al chat para hablar con unos amigos para terminar un trabajo.
Paso un rato y se conecto, una ventana  se abrió y vi que un hola se asomaba, entusiasmada le respondí hablamos un rato y todo regreso a la normalidad, éramos felices, todo era como antes, como siempre. Nos reímos un rato de unas imágenes que le envié, parecía que el amor volvió a nosotros.
Cuando pensábamos que ya todo estaba bien unos comentarios fuera de lugar salieron de mi boca, cosas que pensándolas bien ahora no tienen sentido, al final lo único que conseguí fue perder a la persona que más quería en este mundo, traté de arreglarlo pero él no quiso, creo que su orgullo estaba herido.
Pasaron los días y traté de hablar con él y que escuche las cosas que pasaron, esperando que le quede una pizca de amor en él y me deje seguir siendo feliz a su lado, seguir compartiendo todas nuestras locuras, seguir amándonos como dos locos a los que nada les importa.
Al terminar esta crónica solo pienso que a veces antes de hablar tengo que pensar bien y ruego que lea estas líneas y entienda lo mucho que lo amo y que lo necesito para seguir siendo feliz.
                                                                           Perdón.
 Por: Por: Nandy Roque Monge.




Entre “siete potajes” y ceremonias….

Por: Ayala Nuñez, Jane Estela
La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. En todo el mundo se celebra con ritos, actividades, tradiciones  y formas muy peculiares variando la región geográfica donde se realice. El Perú no es ajeno a este tipo de celebraciones, ya que es un país mayoritariamente católico. En las diferentes ciudades del país se celebra de diversas maneras, caracterizadas por un gran misticismo y fe.
En el departamento de Piura ubicado al norte del país, se encuentra un distrito llamado Catacaos. Este distrito se encuentra a 12 kilómetros al sur oeste de la ciudad de Piura y es el rincón más tradicional del departamento de Piura por su artesanía, gastronomía, costumbres e historia. Una de sus costumbres es la peculiar forma de celebración de la semana santa.
Este costumbrismo religioso que Catacaos ofrece nació desde 1530 cuando el fraile Juan de Sosa celebró una de las primeras misas en Perú. Pero fue hasta 1547 que el padre Pedro de la Gasca consagró la iglesia de Catacaos con el nombre de San Juan Bautista, desde aquel año se dio inicio a la celebración de Semana Santa en este cálido distrito.


A las 9 de la mañana del día jueves primero de abril el sol ya se pronosticaba como inclemente durante el resto del día en el pequeño Catacaos. El día en esta parte del departamento de Piura había empezado desde muy temprano. Propios y extraños del lugar ya estaban listos para formar parte de las celebraciones por semana santa.
El itinerario para ese día ya estaba planeado desde semanas antes.  Todo estaba fríamente calculado. El depositario y el doliente, personajes importantes en la celebración, ya habían sido elegidos. Estas personas son las que reciben simbólicamente el pésame por la muerte de Jesucristo. Estos mismos personajes son los que ofrecen a miles de personas el almuerzo del jueves santo denominado ¨Los siete potajes¨.
A las 9 en punto de la mañana propios y extraños se habían congregado en la casa del depositario y del doliente para esperar a las diversas congregaciones religiosas del lugar y partir hacia la iglesia San Juan Bautista denominada también iglesia Matriz. Durante tres horas los asistentes a la celebración tuvieron que soportar todas las solemnidades del caso, como la imposición de las sagradas llaves por parte del alcalde de Catacaos al doliente y el izamiento del pabellón nacional a cargo de las autoridades del lugar.
Era casi medio día el calor no se soportaba, pero aún así la gente esperaba casi de manera suplicante que acabe la ceremonia. Como bien reza el conocido refrán después del deber viene el placer, los asistentes sabían que después de su deber religioso vendría su placer gastronómico.
En la casa de Luis Nizama Sandoval, el doliente elegido del año, todo estaba listo. La calle Trujillo, donde se ubicaba el domicilio, fue cerrada tres cuadras. Cientos de personas ya se congregaban para degustar los siete potajes. Los más precavidos no esperaron que terminara la ceremonia en la iglesia Matriz, salieron un poco antes rumbo a la casa del doliente para no quedarse sin probar al menos uno de los potajes.
La preparación de los famosos siete potajes había empezado la tarde del día miércoles, para las dos de la mañana del jueves ya todo estaba listo para ser cocinado. Se encendió “la candela” (expresión lugareña para referirse al fuego) y se dio inicio a la cocción. Los potajes estuvieron totalmente listos por la mañana del jueves.
Al terminar la ceremonia en la iglesia Matriz, niños, jóvenes, adultos, ancianos y en general familias enteras enrumbaron a casa del doliente para engrosar las filas ya formadas por gente que había llegado minutos antes a la degustación gastronómica. En un abrir y cerrar de ojos en la calle Trujillo ya se congregaban más de dos mil personas quienes pugnaban por una de las 50 mesas ubicadas en el lugar.
En la mesa principal se encontraban los regidores y el doliente quienes dieron inicio a la comilona con unas breves palabras de agradecimiento por la asistencia. Los asistentes ya formaban largas filas. Mientras esperaban ser atendidos por las personas encargadas de servir los potajes, iban haciendo frente a la incontrolable sed con chicha de jora, clarito (derivación dulce y suave de la chicha de jora) o para los más pequeños chicha morada.
Los potajes varían cada año. Mientras pasaba el tiempo iban desfilando personas con platos variados. El primer potaje fue fruta servida en canastas de paja cataquense, como segundo potaje queso con aceituna y galleta,  el tercero fue bacalao con galleta, el cuarto potaje chupe de langostinos, así sucesivamente fueron llegando el quinto, sexto y séptimo que fueron chupe de camarones, malarrabia (plato muy típico en estas fechas a base de arroz, menestra, sudado de pescado y la mezcla de plátano maduro con queso y cebolla) y dulce de durazno respectivamente.
“Aquí nadie recupera un centavo, pero hay una satisfacción, la de hacer la ofrenda a Dios. Esto es como una remembranza del siglo anterior, de la época Tallan”, fueron las palabras que  expresó emocionado el doliente Luis Nizama Sandoval elegido ese año.
La comilona se prolongó hasta las 5 de la tarde. A esa hora todos o bueno la mayoría de personas partieron a la iglesia Matriz para llegar temprano a la misa vespertina donde se conmemora la institución de la eucaristía y se realiza el lavado de pies a doce jóvenes. Después de la misa en la iglesia Matriz se realizó una pequeña procesión hasta la capilla del Carmen allí se dio inicio a la adoración del Santísimo por los miles de fieles y grupos parroquiales.
Faltaban pocos minutos para las ocho. Los fieles ya estaban cansados. Durante todo el día habían seguido de cerca todo el itinerario programado, algunos decidían irse a casa y terminar el día con tranquilidad. Otros los más resistentes se dirigieron a la proyección de la película que estaba programada para las ocho de la noche en el frontis de la municipalidad.

La película elegida, como no podía ser otra, fue “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson. Ésta se prolongó hasta las once de la noche. Al terminar la proyección algunos iban rumbo a sus casas, los más jóvenes preferían irse en grupo hacia la plaza de Catacaos y prolongar un poco más la tertulia.

Entre “siete potajes” y ceremonias, así transcurrió y terminó el jueves santo en el distrito piurano de Catacaos. Muchos realmente lo vivieron con fervor religioso, otros solo esperaban los siete potajes y otros tantos solo curioseaban porque consideraban que no tenían nada mejor que hacer. Pero sea como sea, ese jueves que había transcurrido era el gran comienzo de toda la festividad por Semana Santa que aún le esperaba celebrar a aquel pueblo piurano.


Mi hogar, mi Barranco
Por: Ayala Nuñez, Jane Estela

Cuando hablo de barranco hablo de mi casa,  el hogar que me acoge  todos los días, ese hogar que en invierno esta calientito. Hablar de barranco es hablar de un lugar mágico, un lugar que esconde secretos como una mujer anciana guarda recuerdos en su corazón tan frágil y a la vez fuerte. Barranco en las noches se transforma en un lugar que solo la luna puede  contemplar desde lo alto, la noche más fría puede cesar cuando barranco se cubre de azul y negro, pareciera que cobrara vida, y  se levante de  ese sueño tan dulce y eterno , y se ponga a bailar con las melodías de sus criollos  eternos, de la música moderna de los jóvenes y de la muisca romántica que guardas en tu puentecito de los suspiros, ese puentecito que huele a madera vieja y primer amor.
También esconde belleza en sus curvas calles, su mirada  me demuestra que guarda recuerdos de un pasado feliz y también de una tristeza, sus calesitas observan el día y noche  de todos los que pasan por ahí, es mudo  testigo amores y  desamores. Cuando iba de pequeño a comer al café tostado me acuerdo que servían ahí un exquisito tacú tacú, que cuando lo probaba era una explosión de sabores en mi boca, ahí serbia un señor con  cabellos negros y blanco, con piel arrugada, que cuando sonreirá se notaba  en las arrugas  los años  de  felicidad que siempre desbordaba.
Cuando salía de café tostado caminaba por un asfalto de cemento duro y frio, pero   lo que daba alegría eran los arboles que se reusaban a morir en otoño. Caminaba hasta llegar al ovalo donde en el centro había un pequeño reloj que avisaba llegar a tiempo a las  citas que los a presurosos señores corrieran por el ovalo, cuando llegaba a una carretilla de puesto de anticuchos del Sr lucho, era llegar a Olimpo, el señor robusto con un mandil blanco y negro como un dálmata ,donde se podría deducir que ese mandil estaba si por  el sacrificio de su trabajo, te serbia en un platito  descartable, y el olor tan suave y sabroso, que podría despertar el apetito hasta al que no tenía hambre. Cuando terminaba de degustar los potajes, me dirigía al malecón, donde veía mucha gente enamorada, algunos declarando su amor en un atardecer naranja y con olor a sal,  me acuerdo que observe como una pareja  muy enamorada estaban sentados  mirando el vaivén de las olas del mar, y se agarraban de las manos, esas manos con surcos, ojos de enamorados como la primera vez, el pelo  blanco como la nieve, pero con el corazón de un quinceañero.  Cuando ya salía del malecón  me iba cambiando  hacia donde estaba  una bajada donde  el más me invitaba a sus orillas, caminaba y observaba  las casas que a veces parecieran que me querían contar sus secretos, cuando alzaba mis cabeza veía el verdor  y de los arboles que a veces se notaban en sus troncas ya casi secos  arrugas como las manos de esos dos ancianos que observe  en el malecón.

Cuando terminaba de bajar todo esas casas  viejas y arboles lleno de misterio, se veía todo la profundidad del mar, con  la suave briza que rosaba mi cara, y  veía  como las olas bailaban  al ritmo del cantar de mar cuando chocaba con las piadras

La Amanecida sin el Hombre de las Avenida
 Por: Ayala Nuñez, Jane Estela
Nadie aún, 39 años después, puede explicarnos a ciencia cierta, lo que ocurrió el primero de enero de 1972, cuando el empresario pesquero, Luis Banchero Rossi, fue encontrado muerto en el patio de su casa de campo en Chaclacayo.
Los limeños se levantaron esa mañana, tras el trajín de las celebraciones por la llegada del nuevo año, con una noticia chocante, y otra no menos escabrosa que ya se arrastraba desde hace unos días: la caída del avión de la línea Lansa, en la selva del Perú. Resulta que en vísperas de Navidad, el 24 de diciembre de 1971, un avión con destino a Pucallpa atravesó por una tormenta eléctrica, hasta que un rayo impactó en un ala, provocando que la aeronave se precipitara al suelo, entre la marañosa selva que se extendía a sus pies. Murieron alrededor de 91 personas. Pero hubo una célebre sobreviviente. Su nombre: Julianne Koepcke, una joven peruano-alemana, que cayó con su asiento sobre las copas de los árboles que amortiguaron la caída. Su historia de supervivencia la hizo célebre desde el  instante en que fue encontrada seminconsciente por Amado Pereyra y Marcio Rivera Díaz, pobladores del lugar. Pero eso sería una parte del acontecer noticioso de la época.
Ya de por sí, la prensa tenía comidilla para darle vuelta en un buen tiempo, pero no resultó suficiente. Mientras aún se buscaban sobrevivientes en misiones especiales en Ucayali, apareció otro boom, otro hecho para estirar lo más posible por su complejidad y misterio, tanto así que aún no se logra resolver. Luis Banchero Rossi, el hombre del momento, el personaje que hizo del Perú el máximo exportador de harina de pescado alrededor del mundo, posiblemente la persona con mayor poder adquisitivo del país, fue hallado muerto en Chaclacayo, debido a unos golpes con una estatuilla.
Las hipótesis no se hicieron esperar, y se sindicó de inmediato al gobierno de Juan Velasco Alvarado, como responsable intelectual del crimen, debido a las disputas sobre la estatización de la pesquería, pero esta teoría se descartó debido a una buena relación entre ambas partes, incluso, Banchero Rossi recibió un considerable crédito de parte de la Junta Militar. Y de todas maneras, el gobierno llegó a estatizar todo sin contemplación, así que no tuvo porqué recurrir a la fuerza.
Hoy, 39 años después, se tiene ya un culpable, Juan Vilca Carranza, pero las circunstancias en las que se dice, se cometió el crimen, deja muchas suspicacias y muchos cabos sueltos que no permiten a la conciencia colectiva, olvidar el caso en el que un hombre de 1.80m que solía practicar karate, murió a manos del hijo de un jardinero de 19 años y de 1.50m de estatura, según dijo por los celos que despertaban frente al rivalizarse la atención de la secretaria Eugenia Sessarego de Smith, testigo y sindicada cómplice del crimen. Incluso Francisco Lombardi realizaría una cinta llamada “La Muerte de un Magate” (1980) en la que se apoyaba en esta versión. Ambos purgaron condena. Pero para la opinión pública esta solución no convence del todo.
Existe una teoría, considerada conspirativa - aquellas series de eventos cuyas causa son ocultadas al público general – que sindica como responsable al gobierno norteamericano. Esto nace debido a la competividad que existía en torno a la disputa sobre quién gana terreno como potencia producción de harina de pescado. De lejos, Banchero Rossi había llevado al Perú por delante. Claro, si es que existe la posibilidad que esta teoría sea cierta, no se tienen, y posiblemente no tengan pruebas de ello. Pero existe otra teoría más escabrosa, pero con sustentos.
Friedrich Schwend, residía cerca a la casa de Banchero Rossi, este albergaba como inquilino a Klaus Altmann, un comprobado genocida nazi, cuyo nombre real era Karl Barbie. Era buscado por la justicia francesa y fue luego capturado por el viceministro boliviano, Gustavo Sánchez Salazar, quien encontró documentos, no publicados, en los que se demostraba su participación en el asesinato del empresario.

Pero, cuál es la relación de estos dos personajes, para llegar a una disputa que terminaría en muerte. Pues, tiempo después, se descubrió un documento firmado por Luis Banchero Rossi y su amigo, Herbert John, en el cual afirman que Klaus Altman y Klaus Barbie, eran, en efecto, la misma persona.
Herbert John era un alemán afincado en Lima, y trabajaba en una de las empresas de Banchero, al reconocer a Barbie, enfundado en su traje de Comandante SS, en una fotografía de un diario alemán, decidió desenmascarar al fugitivo, buscado por la justicia europea.
No es aún lógico el porqué Banchero Rossi firmó este documento que ayudó a identificar al prófugo, pues, era un hombre empresarial y pieza clave en todas las instituciones que había forjado, y no tenía porqué meterse en asunto políticos. Tanta es su importancia, que estuvo presente, semanas antes, y como figura importante, en la inauguración del Terminal Pesquero del Callao. También posee, colegios, fundaciones y avenidas con su nombre, esto último, es un dato curioso, debido a lo poco frecuente que es encontrar calles con nombre de personajes recientes en la historia del país. Son cinco las avenidas que tienen por nombre “Banchero Rossi”, dos en La Perla, dos en Santa Anita, una en Ventanilla y otra en San Martín. No queda claro aún el papel que jugó el hombre de las avenidas antes que Velasco nacionalice sus empresas y corte el legado que dejó..



Conforme íbamos intercambiando palabras aquel miedo que se sintió en un principio, se fue disolviendo…entonces entendimos que no hay que dejarnos llevar por las apariencias que solo son” apariencias” mas no un reflejo de una persona.

Raf empezó a hablarnos de él y fue así que supimos que nació en Chiclayo, pero que a los 15 años, y con apoyo de sus padres, decidió venir a vivir en Lima.

Siempre tuvo libertad para hacer sus murales pero en ciertas ocasiones se presentaban algunas dificultades, como cuando quería dibujar en una pista o poste, para poder pintar en una vía pública se pide permiso.

A pesar del gran talento que posee, Raf en ningún momento intentó hacer del arte un negocio, por que él como artista hace cosas y no le importa si éstas van a ser compradas o no ya que cada dibujo es inspirado por su imaginación que también depende mucho de su estado de ánimo. Realizó grafitos, dibujos en murales y en restaurantes como “el punto”.

Hace poco realizo un viaje para pintar todo una iglesia en Cerro de Pasco ya que el busca nuevas experiencias y comparte con otras personas que llevan ese estilo de vida que es pintar todo el tiempo, el es dueño de su tiempo pintan donde quiere.



También le apasiona la fotografía ya que para el es una manera más moderna de poner captar imágenes que son únicas porque con un simple clik o flash puede capturar un instante que quizá nunca mas se repetirá.

El año pasado se fue a Colombia para hacer un intercambio de Arte urbano y así poder buscas más experiencia y lograr su sueño que es irse a Europa para dejar ese arte que cuando hace .Cada dibujo tiene un encanto especial y como él mismo afirma, la obra final no la conoce nunca, porque existen muchas posibilidades de realizarla y manifiesta que a pesar de parecer terminada ésta sigue procesándose en su mente, razón por la cual nunca les coloca un título.

Para él, cada enfoque que usa en sus obras guarda relación con el lado social. Busca sensibilizar a las personas y darles a entender que el arte es comunicación pura y que requiere un alto grado de comprensión por que cada vez que dibuja antes de ello hace varios bocetos y es allí donde dibuja de acuerdo a su estado de animo y como puede el plasmarlo dibujando.

Algo importante es que no importa si no tiene los material necesario para poder hacer un boceto en la mano es solo cuestión de adecuarse con lo que tiene, prueba de ello el 17 abril me fui a tomar una sección de fotos. Y no tenia en la mano los materiales que se debe utilizar pero sin embargo busco soluciones y hizo varios bocetos.

Para Raf su labor es difundir el arte urbano, sacarlo a pasear por las calles, plazas y lugares abiertos donde la gente pueda verlo y disfrutarlo.

Jane: Raf Gracias por recrear mis ojos de tanto arte.

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